Gus vino un día de casa de sus amigos de fútbol, Marco y Luca, contándonos lo bien que se lo había pasado y-y-y que había comido los macarrones más ricos del mundo... ¿más ricos que los míos?, le pregunté... ¡síiiiiiiiiiiiiiii!. Así que en cuanto me tropecé por el barrio con Gabriel, el papá de Marco y Luca, un simpátiquísimo y encantador argentino con antepasados italianos, me tuvo que contar (a pesar de la lluvia que caía en ese momento y no llevar ninguno de los dos paraguas) todos los secretos de sus tan aclamados PENNE y además me dió permiso para hacerlos y publicarlos ;-)
Bueno pues la receta ya es para mí para siempre la mejor, sencilla pero maravillosa... el truco: utilizar los mejores ingredientes y precisamente eso, su sencillez.
INGREDIENTES:
- 200 g de penne Barilla (y aquí no hay discusión, Barilla, ¡sí o sí!, nada de los macarrones de marca blanca del super... importantísimo!!!)
- 400 g de tomate troceado enlatado
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Media cebolla
- 1 ó 2 dientes de ajo
- Parmesano
- Unas hojitas de albahaca
- Sal
- 1 cucharada de azúcar
ELABORACIÓN:
1. En una sartén con un buen chorro de aceite de oliva pochamos el ajo con la cebolla. Añadimos el tomate triturado, el laurel, el azúcar y un poquito de sal (al gusto). Cocinamos a fuego lento durante unos 20-30 minutos. Retiramos el laurel de la salsa y la batimos bien.
2. Hervimos los penne en abundante agua con sal durante 11 minutos para que estén al dente (yo para Gus los dejo 1 minuto más). Los servimos con la salsa de tomate, unas lascas de Parmesano y unas hojitas de albahaca.
Que ricos a mi me encantan!!besos
ResponderEliminarPues si están tan ricos, vamos a hacerte caso y me apunto la receta cok estos truquitos de tu amigo. A ver qué tal resultan!
ResponderEliminarPatricia