MINI-PIZZAS DE QUESO TETILLA CON NÍSCALOS

No sé me ocurre un plan mejor ahora que anochece temprano que la típica merienda-cena en casa con amigos y niños, lo pasamos genial, la verdad… y claro la pizza suele estar bastante presente porque nos gusta a todos… a los peques y a los mayores.

Esta combinación de queso de tetilla con níscalos es una delicia que os recomiendo y mucho ahora que hay níscalos por todas partes… si es que definitivamente EL OTOÑO ES MI ESTACIÓN FAVORITA!

El queso de tetilla es el más conocido de los quesos gallegos con D.O por su forma, claro, pero también por su suavidad, cremosidad y ese toque ligeramente ácido que lo caracteriza. Se elabora con leche pasteurizada de vacas gallegas y tiene una maduración mínima de apenas 7 días. Este concretamente, lo podéis encontrar en la estupenda tienda on-line POR PRINCIPIO junto con una maravillosa selección de vinos nacionales que harán de estas mini pizzas una delicia total!!! Nosotros las hemos acompañado de un PÉTALOS DEL BIERZO con uva MENCÍA, que creo que ya os he comentado, en más de una ocasión, lo que me gusta esta uva de aterciopelado paladar…

Ingredientes:

Para la masa:

- 200 ml de agua

- 300 g harina con levadura

- ½ cucharadita de sal
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Cazorla (tienda on-line POR PRINCIPIO)

Para el relleno:

- 1 queso de tetilla (Pazo do Queixo, Ruta Xacobea. Tienda on-line POR PRINCIPIO)

- 250 g de níscalos

- 3 tomates

- Un chorrito de aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Cazorla (tienda on-line POR PRINCIPIO)

- Orégano

- Una pizca de sal

Elaboración:

1. En un bol, mezclamos la harina con la sal. Hacemos un volcán y añadimos en el medio el agua templada y el aceite de oliva. Lo removemos con un tenedor hasta que la masa se desprenda de las paredes.

2. En una mesa enharinada amasamos un buen rato (doblamos, estiramos, enrollamos, desenrollamos…) hasta que quede una masa lisa y elástica.

3. La pasamos a un cuenco amplio ligeramente aceitado y la cubrimos con film transparente para que fermente en un sitio cálido durante 30-40 minutos y doble su volumen.

4. Estiramos la masa con un rodillo, sobre una superficie ligeramente enharinada. La cortamos con un aro y la volvemos a estirar para que quede con una forma más irregular y sea más finita.

5. Cubrimos con el tomate (pelado, despepitado y batido con el chorrito de aceite, la pizca del sal y el orégano al gusto), el queso de tetilla y los níscalos (que previamente habremos limpiado y hervido durante 15 minutos en agua abundante). 

6. Horneamos hasta que la masa esté hecha y algo doradita (yo la tuve, con el horno ya precalentado, a 220º unos 15-20 minutos pero depende del grosor de la masa y del horno, aunque se ve fácil cuando está).