Cuando era pequeña no me gustaba llevar coletas…
Y MUCHO MENOS QUE ME TIRARAN DE ELLAS!!!
Cuando era pequeña no me gustaba llevar gafas…
y me las probará una o mil veces… no había manera!!!
Cuando era pequeña me encantaba cumplir años...
Quería cumplirlos muyyy rápido… y hacerme muy mayor!!!
Pero hay algo que me encantaba cuando era pequeña … y que me sigue encantando ahora… ¡¡¡LAS MANDARINAS!!!… su olor me hace viajar en el tiempo y vuelvo a ser una niña… aunque hoy sí lleve coletas, me gusten mis gafas y ya no tenga tanta prisa en cumplir años!!!
INGREDIENTES:
- 8 mandarinas (de las que nos van a salir 6)
- 100 g de azúcar
- ¼ l de agua
- El zumo de medio limón
- 1 yema de huevo
- ¼ l de nata montada
- Unas hojitas de menta o de hierbabuena
ELABORACIÓN:
1. Limpiamos las mandarinas con un paño húmedo, cortamos la tapa superior y sacamos la pulpa de ambas partes. Guardamos 6 de las cáscaras en la nevera dentro de una bolsa de plástico y reservamos las otras dos. Exprimimos el zumo de la pulpa de las mandarinas hasta obtener un cuarto de litro (yo lo he batido todo y luego lo he colado).
2. Hervimos el agua con el azúcar a fuego vivo durante 10 minutos para obtener almíbar y dejamos enfriar. Una vez frío, le añadimos el zumo de las mandarinas y del limón, la yema de huevo batida, y volvemos a colocar al fuego para, sin dejar de remover, dejarlo hervir lentamente durante otros 5 minutos. Dejamos enfriar, vertimos en un molde de helado, cerramos herméticamente y colocamos en el congelador hasta que se solidifique ligeramente (apróx. 2 horas).
2. Hervimos el agua con el azúcar a fuego vivo durante 10 minutos para obtener almíbar y dejamos enfriar. Una vez frío, le añadimos el zumo de las mandarinas y del limón, la yema de huevo batida, y volvemos a colocar al fuego para, sin dejar de remover, dejarlo hervir lentamente durante otros 5 minutos. Dejamos enfriar, vertimos en un molde de helado, cerramos herméticamente y colocamos en el congelador hasta que se solidifique ligeramente (apróx. 2 horas).
3. Rallamos la piel de las dos mandarinas que habíamos reservado. Desmoldamos el almíbar helado en un bol y batimos fuertemente con un tenedor; cuando adquiera una textura homogénea le añadimos la nata montada y la ralladura de mandarina, batiéndolo bien hasta que adquiera color por igual y se reparta homogéneamente la mandarina rallada. Volvemos a colocar la mezcla en el molde de helado, cubrimos con la tapa y congelamos durante dos horas y media. Al cabo de este tiempo sacamos y desmoldamos como antes, y volvemos a batir hasta que adquiera una textura uniforme. Colocamos de nuevo en el congelador y, una hora antes de servirlas, rellenamos las cáscaras de mandarinas con nuestro helado, cubriéndolas con la tapita. Pasamos un pincel con agua por la piel de las mandarinas y las colocamos en el congelador. Las sacamos 5 minutos antes de servirlas.