DEE DEE
Quisiera escribir las palabras mas bonitas del mundo por y para ti Dee Dee, mi amor y que volaran libres como tu eras.
Quisiera recordar cada instante vivido contigo, mi gatita bonita, detener el tiempo y volver a empezar, desde el principio.
Según te llora Gus, tú volverás físicamente a la realidad, a nuestra realidad, aunque para ello mamá, papá y Burbujita, tendréis que esperar 113 ó, tal vez, 123 años de complejos estudios científicos, los que él, con nuestra ayuda, llevará a cabo para traerte de vuelta.
Según te llora Alex, con sus lágrimas escondidas, desgarradoras, desbordantes e inútilmente contenidas, tú vivirás en nuestros corazones que llenaremos de amor y de la alegría infinita de haberte conocido. Y cual fiel guardian de tu dulce sueño, este, tu aguerrido caballero, luchará sin fin y sin tregua por y para tu recuerdo, hasta el infinito y más allá.
Yo me siento torpe. Quiero pintarte y no sé, quiero cantarte y menos sé, quiero escribirte, quiero contarte, pero no sé si podré, por ineptitud propia y porque el dolor aprieta fuerte, muy fuerte, ahoga... perdóname mi amor, sé que lo harás, no hubo ni habrá nunca nadie con tanta bondad como tú, a excepción de Burbujita que, una vez más, te empata.
Naciste para la alegría, Dee Dee de las Jaras, con tu rancio abolengo, fuiste gata y osita de color chocolate, de bigotes desordenados y únicos y preciosos miaus. Con el contador de ideas buenas siempre estropeado, llenaste nuestra vida de risas, juegos, mimos y ronroneos.
Lo de tus ojos naranjas ya es de otro mundo. Redonditos, inocentes y curiosos a veces, achinados, divertidos y sospechosos tantas otras...
Cazadora donde las haya, que tiemblen ahora los pajaritos, especialmente las gaviotas, tus gaviotas. En casa, siempre quedará un balcón abierto para ti, nuestra planta favorita siempre estará esperando tus mordiscos y nuestros sofás y corazones quedarán a la espera eterna de tu zarpazo.
Te quiero Dee Dee, siempre lo haré, me muero aún viviendo. Aquí estaré para cuidar a los que tú tanto amaste: a Gus, ese bebe al que tanto cuidaste, desviviéndote en avisarnos al mas mínimo de sus llantos, ese niño detrás del que has corrido persiguiendo el láser de su puntero y con el que tantas veces has dormido. A tu macho dominante-dominantíiiisimo, mi amor. A tu hermanita, Burbujita, tu compañera de juegos y bicharraquerías, la callejera que tanto te va a extrañar.
Te quiero Dee Dee, te extraño Dee Dee. Hoy ha sonado mi despertador y he tardado un rato en comprender por qué no me habías despertado como siempre hacías subiendote encima mia, afilando tus preciosas uñas exactamente un minuto antes de que sonara.
Hagamos un trato mi amor: déjame llorarte primero para poder recordarte después y para siempre, con la alegría que tú tanto nos has dado y que tanto te has ganado. Voy a dejar este post abierto, lo editaré y reeditaré tanto como necesite, no puedo hablar de ti en estas pocas líneas, 13 años, una vida, volveré aquí siempre que te necesite, una y otra vez hasta que yo misma caiga en el dulce sueño que me llevará para siempre a tu lado. D.E.P.
Hola mi gatita, hola mi amor, hola mi callejera de alma portuguesa ;-). Hoy, con toda la pena de mi corazón, me toca reeditar este POST porque te has ido junto a Dee Dee 💕
Burbujita, mi vida, de ti he aprendido tanto... tú me has enseñado a ser feliz. Me has tocado el alma con tu mirada y allí te has instalado para siempre.
Recuerdo el día que te encontramos. Yo nunca antes había tenido un animal y de repente aquel sábado al mediodía, como si estuvieramos predestinadas a estar por siempre juntas, sentí que debíamos ir a buscarte. De pura ignorancia gatuna, fuimos a una librería y consultamos un libro sobre los distintos tipos de gatos... Salimos convencidos-convencidísimos: será una gatita persa, de color blanco-gris y con los ojos verdes... y, por increible que resulte de creer, allí estabas tú, ese mismo día en la calle Toledo, toda persa, de color blanco-gris y con los ojos verdes de gata más increibles que yo hubiera visto jamás... La conexión fue instantánea, te tuve en mis brazos y supe que eras tú.
Te llevamos en una cajita con agujeritos para respirar hasta nuestra casa en la Calle Fuencarral y al pasar por la Plaza Mayor, pegabas saltitos dentro para que te liberaramos ya de pura impaciencia. Veinticuatro horas seguidas estuviste ronroneándonos con toda tu fuerza y nosotros, que jamás antes habíamos tenido una gatita, pensamos que este sería ya el sonido habitual de nuestra vida...
Al llegar la noche, intentamos dormirte en la camita que te habíamos comprado y que habíamos colocado al lado de la nuestra.... jajaja, y tú que a cabezota no hay quien te gane, no paraste hasta que conseguiste de puro agotamiento hacerte con el sitio que te correspondía en nuestra cama, ya tuya para siempre.
Tras un año de pura felicidad, mimos y risas, nació tu hermanita Dee Dee y fuimos a por ella. Pensamos que así te sentirías acompañadísima y contentísima también cuando viajabamos... ¡¡¡UN AÑO!!! UN AÑO nos costó que se te pasara el disgusto... y ya entonces empezasteis a compartir bicharraquerías, saltos increibles, carreras, derrapes, mimos y amor en desmesura.
El susto más grande de nuestra vida nos lo diste tú, pobrecita mia, cuando tuvimos que llevarte a urgencias un domingo por la noche porque encontraste una bobina de hilo y jugando, sin que nos dieramos cuenta, empezaste a comertela y se te quedó enganchada en todos tus orgános vitales.... Tras una delicada operación y dos días ingresada, conseguiste salir adelante, y nos sentimos los seres más felices que nunca hubieran existido.
Callejera, con tu colmillo partido (de algún salto imposible), con tus dos almohadillas rosas, amante de la música (especialmente la bossa nova), mimosa, divertida, la pura alegría contagiosa de vivir, valiente e intrépida. Defendías nuestro territorio, protegías a Dee Dee y a Gus desde el mismo día que llego a casa, te asegurabas de que todo estuviera bien. El pienso, el paté, la malta, los palitos... y el chocolate.... recuerdo un día que nos íbamos a ir de viaje y yo lo tenía todo preparado dentro de un armario, incluida una bolsa con batidos de chocolate y galletas para el camino.............. nos fuimos a trabajar y al volver a casa... estabas dentro del armario, con carita de uyyy................. y todo lleno de chocolate jaja, tú incluida...............
Lo tuyo con el chocolate, las aceitunas o el jamón serrano no tenía remedio.... lo de Dee Dee con la harina tampoco... o serían los golpes de viento desafortunados......... ¿???
Una de las cosas que más nos gustaba en el mundo era llevaros a la playa, a La Manga, donde los gatitos callejeros os hacían monerías desde la calle, mientras vosotras los mirabais desde la terraza, incluso llegamos a encontrarnos algún guapísimo pretendiente en la puerta de casa venga a maullaros. Nunca podré mirar esas hamacas sin imaginaros en ellas, tan lindas, tan agustito mirando a la luna en las noches de verano.
Sé que nos quisiste y nos quieres con toda tu alma, nos lo demostraste cada segundo de tu vida. Un día volvimos de un largo viaje y te pusiste tan nerviosa al vernos que hasta te tropezabas de la pura emoción.
Tu mamá fue una preciosa persa que se enamoró de tu papá el revienta-callejones y viceversa. Una de tus hermanitas, tal como nos contaron, se fue un día antes que tú ni mas ni menos que con Joaquín Sabina. Menos mal que tú nos esperaste, nuestra vida no hubiera sido tan maravillosa sin ti , bigotuda, sin esa tu barriguita que olía a pan recién hecho.
Fuistéis tú, Burbujita, mi panterita rosa así como Dee Dee de las Jaras mi osita panda, para indignación total de vuestro machito dominante ;-) Como me gustaba veros juntas, cuidándoos la una a la otra, acicalandoos... siempre tan preciosas, siempre tan amorosas. Y como me emociona recordar todo lo que habéis cuidado de Gustavo. Sé que le habéis dejado un zarpazo en su buen corazón que ha hecho de él el maravilloso niño que es y formará parte del increible hombre en que se convertirá. Gracias mis gatitas. Gracias.
OS QUIERO infinito Burbujita & Dee Dee, siempre lo haré. No estoy triste, formáis parte de mi, yo ya no soy sin vosotras, os llevo en mi alma. Me habéis hecho VALIENTE (por no temer, ya no temo ni a la muerte) y la persona MÁS FELIZ del Universo.