A mi peque, de dos años y medio, le encantan las croquetas y estas son sus favoritas. Las podéis hacer con lo que os haya sobrado de un pollo asado (o con las carnes sobrantes de un buen cocido madrileño) y no os van a complicar nada la vida porque son super sencillas!!!
INGREDIENTES:
- 2 huevos duros
- La pechuga de un pollo asado (o también quedan genial con la mezcla de carnes, que nos hayan sobrado, del cocido)
- 1 cebolla
- 3 cucharadas soperas de harina de garbanzo (Eco-Salim)
- 400 ml de leche
- 1 cucharada grande de mantequilla
- Nuez moscada
- 1 huevo
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
ELABORACIÓN:
1. Partimos la carne y la cebolla en trocitos pequeñitos y ponemos a hervir los huevos en un cazo con agua hirviendo unos 10 minutos; los pelamos y cortamos también a trocitos.
2. En una sartén, ponemos a calentar la mantequilla con un chorrito de aceite de oliva y pochamos la cebolla, sazonamos e incorporamos la harina, que cocinamos un poco. Añadimos la leche templada poco a poco y removiendo constantemente, corregimos la sal y añadimos la nuez moscada.
3. Añadimos el pollo y los huevos, mezclamos bien y dejamos enfriar la mezcla a temperatura ambiente.
4. Le damos forma a las croquetas, yo en este caso les he dado forma redondita con ayuda de una cuchara. Las pasamos por huevo y pan rallado y las freimos (unas poquitas cada vez) en una sartén con abundante aceite muyyyyy caliente para que no se nos abran y se nos espachurren. La sacamos y las colocamos sobre papel de cocina absorbente.